FUNDACIÓN DE JUJUY
Se llevó a cabo el 19 de Abril
de 1593. Relato histórico de los hechos que se sucedieron hace 5 siglos atrás,
nacimiento de Jujuy.
Esto se realizó a pesar de las
muchas opiniones que se dejaban oír en contra de la fundación de una ciudad en
el Valle de Jujuy, la mayor parte de los vecinos, capitanes y soldados de Salta
"procuraron estorbar el viaje por el daño y peligro, que creían que
corrían Argañaráz y todos lo que lo acompañaban. Todavía se recordaba el
fracaso de las dos fundaciones anteriores y se temían que los indígenas,
después de destruir la nueva ciudad y a Argañaráz y a su gente, se
embravecerían con el triunfo y atacarían Salta. A pesar de todo esto Argañaráz
nunca dudó de que tuviera éxito.
Durante los meses que demoró
en reunirse en Salta la gente que iba a marchar a Jujuy, Argañaráz pagó lo que
precisaban para alimentarse y cumpliendo desde el principio lo que le había
pedido Ramírez de Velazco; también gastó el dinero que le pertenecía para:
a- Comprar 18
carretas y una gran cantidad de mercaderías, sobre todo alimentos que consumió
su gente durante el viaje y los meses que siguieron a la fecha de la fundación,
hasta que levantaran las primeras cosechas en tierras jujeñas.
b- Pagó los
servicios de los soldados que protegieron, primero a la caravana, y después
defendieron la nueva ciudad, y también les compró los caballos y las armas que
necesitarían para combatir contra los indígenas.
c- Pagar a los
españoles que disponían de ellos por los servicios de muchos indios yanaconas
que se necesitaban para cargar y conducir las carretas.
La gente que acompañó a
Argañaráz para poblar y trabajar en Jujuy fueron algunos blancos y una buena
cantidad de indios que los servían y ayudaban; los blancos eran casi todos
pobres, y llevaron con ellos lo poco que tenían (vacas, ovejas) con la
esperanza de alimentarlos y reproducirlos en los campos que les darían. Los
bueyes que utilizaron para empujar las carretas durante el viaje, después les
sirvieron para arar la tierra.
Una vez que ya estuvo
preparado todo, se hizo proclamar en alta voz en la plaza de Salta por un indio
pregonero de nombre Rodrigo, cuáles eran los objetivos de la expedición;
inmediatamente después de pregonar que partían hacia el Valle de Jujuy, comenzó
la marcha de la caravana que viajó durante 20 días y llegó en Semana Santa, al
lugar que se eligió para levantar el nuevo pueblo. Poco después se dispuso el
lugar que se destinaría para construir la futura plaza y a un costado de ese sitio
se levantó una construcción precaria "con vigas, ramas y barro" para
escuchar allí la primera misa.
Como era necesario que alguien
escribiera las actas correspondiente a las ceremonias de fundación que estaba
por realizarse y después llevara los libros de sesiones del Cabildo que debería
funcionar en la nueva ciudad, Argañaráz nombró el 17 de Abril, a pesar de que
acababan de llegar y era un sábado de gloria, a Rodrigo Pereira como primer
escribano público y oficial.
El día 18 de Abril, fue domingo de
resurrección.
El día Glorioso: Argañaráz,
determinó que fundaría el lunes 19 de Abril de 1593, en horas de la mañana de
ese día se concentraron todos, españoles y naturales en la plaza pública, para presenciar
el acto trascendental. En medio de sus compañeros, Argañaráz pronunció un
discurso sintetizando las razones de la fundación. El escribano Pereira ha
trasmitido, en acta de aquel momento, la esencia del pensamiento de Argañaráz:
"Que es notorio en estas
provincias él ha venido a este dicho Valle de Jujuy y asiento donde está con
ella a poblarla y conquistar los naturales que están de guerra rebeldes contra
el servicio de su majestad para que su real corona vaya en acrecentamiento de
la palabra del Santo Evangelio y cosas de nuestra Santa Fe católica y reciban
el santo bautismo y cesen los robos, muertes y daños....."
Acababa de pasar la Semana
Santa cuando se realizaron los solemnes actos y ceremonias que caracterizaban a
la fundación de las ciudades españolas en la América colonial.
Por la mañana se reunieron
todos los que habían integrado la caravana tanto los futuros vecinos españoles,
los indígenas yanaconas y los que acompañaban y servían, en donde ahora se
encuentra la plaza Belgrano. Ante ellos Francisco de Argañaráz realizó todos
los actos y ceremonias correspondientes. Todo era efervescencia, esperanza,
espíritu. Mando a abrir un hoyo en el centro de plaza y plantó en él, un palo,
que era una picota, símbolo de justicia, Argañaráz, viendo elevado en alto el
símbolo de la justicia de su rey, dijo: "Hoy, dicho
día, en adelante, para siempre jamás, se nombre y llame esta dicha ciudad San
Salvador de Velasco, en el valle de Jujuy, Provincias de Tucumán... así se
ponga en todos los autos y escrituras que se hicieren... en el dicho hoyo
y picota se ejecute justicia públicamente contra los delincuentes y
malhechores..."
luego mirando al templo, imaginado al futuro pueblo llenaría esta plaza, llamó
por su nombre San Salvador, al templo y echando mano a su espada dijo en voz
envalentonada: "si había alguna
persona que contradijesen el dicho asiento y jurisdicción", nadie contestó, terminado el
acto mando pregonar a través de un hombre inferior de calidad social, fue el
indio Juan Quichú, quien tuvo este alto honor en la fundación de Jujuy. Luego
los participantes se dirigieron al templo para asistir a misa en "señal de
posesión de la dicha iglesia y sitio de ella", así queda legalmente
fundada la ciudad de San Salvador de Jujuy.
LOS MOTIVOS
Los motivos o causas que
hicieron conveniente y necesario fundar Jujuy fueron: - La presencia de una
ciudad ayudaría a dominar a los aborígenes que vivían cerca de ella. Los
españoles querían que esos indígenas se rindieran cuanto antes fuera posible
porque les creaban un gran problema; los aborígenes atacaban a casi todas las
caravanas y viajeros que se atrevían a transitar por la quebrada o por la puna
de Jujuy, y por eso el comercio y las comunicaciones entre Bolivia (Alto Perú),
y lo que forma el noroeste argentino eran difíciles y dicha dificultad debía
desaparecer de inmediato a fin de consolidar la conquista española.
Aunque no esté escrito en el
acta de la fundación, con la creación de esta ciudad se beneficiaron también
unos pocos encomenderos, porque la existencia de esta población blanca facilitó
el sentimiento de los aborígenes de la zona y muchos de los indígenas que se
rindieran pasaran a trabajar gratuitamente para alguno de ellos.
El lugar
El lugar que Argañaráz y la
gente que lo acompañaba eligieron para levantar la ciudad es el mismo que en la
actualidad ocupa la zona céntrica de San Salvador de Jujuy: en el Valle de
Jujuy, entre el Río que llaman Xive Xive (el Río Xivi-Xivi o Chico) y el río
que viene de la quebrada. El sitio cumplía con lo que le había recomendado el
gobernador Ramírez de Velazco al capitán Francisco de Argañaráz, pues tenía
"mucha abundancia de tierra fértiles" y "por estar entre los
dichos dos ríos", contaba con toda el agua que podría necesitarse para
regar las tierras que se cultivaran.
La fecha
La ciudad de San Salvador de
Jujuy se fundó el 19 de Abril de 1593, Francisco de Argañaráz eligió como santo
patrono de la ciudad a Jesús como San Salvador. En la elección de Cristo como
San Salvador para patrono de la ciudad tuvo mucho que ver el hecho de las
ceremonias de fundación se realizaba inmediatamente después de Semana Santa
(inmediatamente después del domingo de resurrección o Pascua).
El castigo de los delitos
La voluntad y
la decisión de castigar los delitos y crímenes que se cometieran estuvieron
presentes desde el mismo día que se fundó Jujuy ya que Argañaráz hizo poner en
medio del terreno que se destinó para hacer la plaza de la ciudad un "palo
por picota" y mandó que nadie se atreviera a sacarla, ya que si alguien lo
intentaba lo castigaría con "pena de muerte". El palo de
"picota" que se ponía en las plazas de una ciudad colonial como era
San Salvador de Jujuy significaba mucho para los hombres blancos que venían a
poblar estas tierras; representaban la presencia de la autoridad del mismo Rey
en un sitio tan alejado de Europa, y les recordaba que a Jujuy también llegaba
la justicia y las leyes de España. Junto a la "picota" se aplicaban
muchos de los castigos que fijaban las leyes de aquellos tiempos tales como los
azotes; y allí se acostumbraba atar a los reos con un letrero que decía el
delito que habían cometido, a fin de avergonzarlos frente a toda la población. Finalmente, Argañaráz llevó
a cabo las ceremonias que entonces se acostumbraban realizar para asegurar el