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jueves, 29 de marzo de 2012

LA ESPAÑA DEL DESCUBRIMIENTO

La España del Descubrimiento

OBJETIVOS DE LA CORONA ESPAÑOLA AL UNIFICAR EL TERRITORIO
                Desde el año 711, España comprometió su esfuerzo nacional en reconquistar el territorio patrio que había caído en poder de los árabes.
                A mediados del siglo XV –después de ochocientos años de lucha- , la península ibérica se hallaba dividida en cuatro reinos cristianos: Aragón, Castilla, Navarra y Portugal, cada uno de los cuales tenía sus propias instituciones políticas y administrativas. Solo quedaba en poder de los moros el reino de Granada, reducida extensión territorial que rodeaba a la ciudad homónima.
Surgieron entonces dos monarcas llamados a desempeñar un papel preponderante en la historia de España, no solamente por la importancia de los planes políticos que concibieron, sino también por la firmeza y decisión con que los llevaron a cabo.
En efecto, ISABEL DE CASTILLA Y FERNANDO DE ARAGÓN contrajeron matrimonio en 1469, a pesar de la oposición de parte de la nobleza, sellando así la unión definitiva de esos dos reinos en una sola corona, tal como se concreto con CARLOS I, nieto de ambos. Esa fecha marca, por lo mismo la transformación de España en el primer ESTADO moderno de Europa, mediante el logro de la unificación territorial, política, religiosa y administrativa.     
Uno de los objetivos principales de los reyes católicos fue la expulsión definitiva de los moros con la reconquista del reino de Granada: el 2 de enero de 1492, las armas españolas entraron en dicha ciudad poniendo fin a la multisecular dominación de los árabes.
Ambos monarcas continuaron gobernando personalmente sus respectivos reinos, pero es evidente que tanto Fernando como Isabel coincidían en el mismo ideal: reafirmar cada vez más la autoridad real para crear un Estado poderoso que asegurara la paz general y el bien común de los súbditos.

CARACTERISTICAS DE LA ESPAÑA DEL DESCUBRIMIENTO
El siglo XV podemos considerarlo una época en que toda Europa estaba recibiendo los vientos de la cosmovisión moderna. Sus reyes, sus instituciones, el arte, la literatura, la ciencia habían comenzado a impregnarse de una mentalidad antropocéntrica e inmanente.
Pero había un reino, España, que cerraba sus puertas a esa nueva cosmovisión. Quiso la providencia que sus reyes, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla fuesen personas de firmes convicciones cristianas, que con una mentalidad teocéntrica y trascendente estuvieron dispuestos a luchar contra todos aquellos cambios de la mentalidad moderan que pusieran en peligro en su reino, la Cristiandad. 
Así se entregaron a la gran tarea de unificar España en un solo gran reino, fortaleciendo así la unidad política y religiosa, transformando a la península en un Estado poderoso.
En pleno desarrollo de su obra de gobierno, los reyes católicos y España se verán sorprendidos por el descubrimiento de América, que fue tomada como un compromiso personal de los reyes para evangelizar las nuevas tierras y darles a sus habitantes, los aborígenes, la dignidad de verdaderos hijos de Dios.   
ORGANIZACIÓN DEL GOBIERNO ESPAÑOL:
Al igual que le resto de los monarcas europeos, los Reyes Católicos tendieron a una centralización del poder real, siempre con miras al bien común. Isabel y Fernando gobernaban con la ayuda de un Consejo Real integrado por representantes de la nobleza, la burguesía y las clases populares, funcionaba a manera de órgano consultivo. De una gran trascendencia fueron las Cortes, instituciones formadas por la nobleza, el clero y la burguesía, que se reunían a pedido de los Reyes para tratar temas de gran importancia. Fueron ellas las que el impulso necesario a las grandes reformas económicas iniciadas por los monarcas, consistentes en la disminución de los privilegios económicos de la nobleza y en un saneamiento general de la economía lo que permitió grandes avances en esta área.
A nivel municipal existían los Cabildos que eran los encargados de la defensa de los intereses locales. Los jefes de familia elegían a las autoridades políticas, judiciales y militares de cada localidad. En los cabildos los funcionarios más importantes eran los alcaldes ordinarios, encargados de administrar justicia criminal y civil en primera instancia.
Mapa de España a finales del S. XIV y principios del S. XV
(Reinos que componian la península Ibérica)


"Política de Alianzas Matrimoniales de la Corona Española"
El primero es entre CASTILLA y ARAGÓN.


miércoles, 28 de marzo de 2012

EUROPA ANTES Y DESPUES DEL SIGLO XV


Situación europea en el siglo XV y Expansionismo Ultramarino
Antes de la llegada de la modernidad, Europa se encontraba muy fragmentada políticamente, aunque con un sentido de unidad bajo el cristianismo. A esta sociedad la dividía su sistema de poder político (los feudos), pero los unía una misma fe. Por ello es que es propicio hablar de un particularismo feudal y de un universalismo cultural y religioso, heredado de la iglesia.     
            Recordemos que durante la Cristiandad medieval, un mismo territorio podía estar dividido en varios “feudos” o fracciones de tierras más pequeñas, las cuales estaban a cargo de un señor feudal. El señor feudal, dueño de la tierra, tenía sus propios campos y siempre estaba próximo a las aldeas, las cuales estaban habitadas por campesinos, los cuales debían trabajar sus pequeñas tierras y sacar de ahí para su subsistencia. Parte de esa producción debía ser entregada al señor feudal y en ocasiones debían trabajar las tierras del mismo.
            Al mismo tiempo el señor feudal podía dividir su tierra en otros pequeños feudos, los cuales eran entregados a otros señores feudales (con menos poder), llamados VASALLOS. El propósito era que estos vasallos fueran leales al señor feudal en caso de guerra, ayudando a formar ejércitos pequeños.
            Estas relaciones ejercidas durante la cristiandad, estaban caracterizadas por estar ligadas fundamentalmente al honor, la fidelidad y la confianza reciproca entre los hombres. Esta costumbre fue transmitida por los pueblos barbaros y fue bautizada por la iglesia con su doctrina de comunidad eclesial. “Las relaciones de hombre a hombre se fundan en una noción de fidelidad que implica la seguridad de la protección y la seguridad del vasallaje”.  
            Esta enorme fragmentación del poder político, provoco un debilitamiento muy fuerte del poder de los reyes. Esta situación comienza a cambiar a partir del advenimiento de la modernidad, la cual empieza a fortalecer el poder de los reyes, quienes encuentran en la “burguesía” un nuevo aliado.     
Europa se encuentra en una nueva situación a partir de los siglos XIV Y XV, por un lado está el nuevo esquema de poder político, que lleva a la concentración del poder en manos del rey, dejando atrás al antiguo sistema de fragmentación política y por el otro la aparición de un nuevo protagonista “el Burgués”. Este nuevo participe comienza a percibir los beneficios de la unificación, al aparecer una moneda única y al desaparecer los peajes, lo cual ayuda al intercambio comercial y a las actividades financieras. El burgués también va a dejar de lado la mentalidad de la cristiandad, convirtiéndose en un hombre antropocéntrico e inmanente, que camina hacia el individualismo, produciéndose así la “Primera ruptura con la Cristiandad”.
Los reyes van a acumular el poder político y van a empezar a dar forma a los nuevos Estados Modernos. Van a ayudar a configurar sus características, dotando a los mismos de un territorio bien delimitado e integrado, van a eliminar de a poco el sistema feudal e introducen una organización y una administración basada en:
·         LA BUROCRACIA,
·         EL SISTEMA DIPLOMATICO,
·         LA CREACION DE EJERCITOS PERMANENTES Y QUE RESPONDAN AL REY,
·         Y FINALMENTE CREANDO SIMBOLOS PARA PODER INTEGRAR A LAS NACIONES, TALES COMO LAS BANDERAS Y LOS ESCUDOS.  
Durante este periodo fueron formándose nuevos estados como por ejemplo:
·         Portugal
·         Inglaterra
·         Francia
·         Península itálica (fragmentada en diversos territorios independientes)
·         Sacro Imperio Romano Germánico (Alemania, Suiza, Austria y Países Bajos) Compuesto por diversos principados, ducados y ciudades independientes.
·         España (integrada por cuatro reinos, los cuales van a unificarse en el siglo XV, buscando una unidad territorial y cultural fundadas en una misma mentalidad: la de la Cristiandad y en la fuerte convicción cristiana de sus reyes).  
La expansión ultramarina de Europa
En el marco de las transformaciones del siglo XV y los cambios en la manera de pensar el mundo y la sociedad, varios reinos europeos se lanzaron a una nueva aventura. Los viajes de exploración marítima. En esas exploraciones se conocieron nuevas rutas comerciales, nuevos productos y nuevas personas, pero sobre todo, se descubrió un continente: América.
Los conocimientos geográficos de los europeos a comienzos de la modernidad eran escasos. América, la Antártida y Australia eran continentes completamente desconocidos, de África apenas se habían explorado sus costas mediterráneas.
Asia era conocida gracias a las Cruzadas y a los viajes de Marco Polo, pero se ignoraba completamente que se podía llegar a ella bordeando la costa de África y mucho menos por el cabo de Hornos.      
Era evidente que con la organización de los nuevos estados, Europa deseaba salir de sus territorios y expandirse vía marítima. Los estados modernos buscaban mejores y más rutas marítimas para comerciar y para incrementar sus territorios y así ganar superioridad frente a otras naciones de Europa.
A partir del siglo XV, los portugueses se adelantaron en el Atlántico realizando importantes descubrimientos. Bajo el auspicio de rey, se fundó una escuela de náutica al sudoeste del país, donde reunió a sabios de la astronomía, de la geografía y a marinos para aumentar conocimientos sobre la navegación. La tarea dio sus frutos descubriendo así territorios como: las islas Azores (cerca de España), el Río Oro en África, fue ocupada Guinea, se recorrieron las costas de África y se descubrió el Cabo de Buena Esperanza al sur de África.
Fue así como los portugueses realizaron descubrimientos de suma importancia y aportaron nuevos conocimientos geográficos preparando el camino para la gran empresa de Cristóbal Colón.

martes, 27 de marzo de 2012

PERIODIZACIÓN DE LA HISTORIA


PERIODIZACION DE LA HISTORIA


ANTIGÜEDAD CLASICA

Etapa de la historia que se inicia en el 4000 al 3500 a. C. aproximadamente y  se destaca por la invención de la escritura. Es importante remarcar el desarrollo de los pueblos del cercano Oriente y de Occidente, como es el caso de:

·         La Grecia Antigua: que con el procesos de racionalización, distinguió lo natural de lo sobrenatural, con el ideal de vida PAIDEA (formación integral del hombre) y ARETE (virtud y excelencia en el decir y obrar).

·                          Roma: con el desarrollo del imperio, añadió a la vida del hombre antiguo, un sentido práctico, político y universal a través del derecho, y además el sentido de unidad de civilización.

·          El Cristianismo: que con la revelación y el nacimiento de Cristo, introduce el sentido de trascendencia a la vida del hombre. Le dio apertura y conocimiento de un Dios personal y único que interviene en la vida del hombre para salvarlo. Además conoce el principio y fin de su existencia y de todo lo creado. 

           El aporte cultural de estos pueblos dará origen a la Cultura Occidental y Cristiana, conocida más propiamente como Cultura Católica.

CRISTIANDAD MEDIEVAL

Permitirá el esplendor y desarrollo de la Cultura Occidental – Católica. Se denomino Cristiandad Medieval a la etapa de la historia, que basada en la tradición religiosa del cristiano, el legado cultural y político de Grecia y Roma  y la nueva fuerza  o impulso de vida que le añadieron los pueblos barbaros, floreció entre los siglos IV y V d. de Cristo hasta los siglos XIV y XV. Ahora la unidad de civilización ya no será el Derecho, sino Cristo mismo.

Este periodo se distingue por estar dividido en dos etapas: DEL IMPERIO y LA DEL FEUDALISMO. La etapa del IMPERIO, está caracterizada por la conformación del SACRO IMPERIO ROMANO GERMANICO, liderado por gran emperador Carlo Magno. Este imperio se caracterizo por dar a Europa la unidad de un imperio Cristiano. Al morir Carlo Magno, la unidad del imperio se ve en peligro, finalmente la ruptura se concreta produciendo la fragmentación política de Europa. La segunda etapa es la del FEUDALISMO: esta etapa es caracterizada por la fragmentación de los territorios de Europa y la formación de los llamados FEUDOS, los cuales se encontraban bajo el liderazgo de señores feudales y bajo el sistema de vasallaje.         

La mentalidad imperante en esta época es la
“Teocéntrica y Trascendente”.

Teocéntrica: 
La vida del hombre medieval estaba influenciada y empopada por el cristianismo, que orientaba los distintos aspectos de la vida política, cultural, las costumbres sociales y familiares, el arte, la ciencia, la economía, la moral, etc. La centralidad de la fe significa que la vida de los pueblos tanto, internamente, como en sus relaciones con otros respetaban la ley natural y el evangelio.

Trascendente: 
La concepción trascendente del hombre y de la vida se deriva de la fe en Cristo: centro de la vida del hombre medieval. La revelación de Cristo, misterio del verbo encarnado, le mostro al hombre cual era verdaderamente su principio y fin: Cristo, y esto lo llevo a las ideales medievales de la vida en santidad, ya que este hombre buscaba y afirmaba por medio de sus actos la importancia de la vida eterna.

MODERNIDAD: “La primera Ruptura de la Cristiandad”  

A partir del siglo XIV, se producirá en Europa un lento proceso de secularización de la Cultura. Para su mejor estudio lo dividimos en dos momentos:

La primera ruptura de la Cristiandad: Se inicia en los siglos XIV y XV, y es llamado un periodo de transición, el cual se extiende hasta el siglo XVIII.  

Es llamado de transición porque marco paulatinamente el cambio de una mentalidad o cosmovisión “teocéntrica y trascendente”, propias de la Cristiandad Medieval, hacia una cosmovisión “antropocéntrica e inmanente” propia de la modernidad. 

MENTALIDAD DE LA MODERNIDAD

La mentalidad imperante en esta época es la
“Antropocéntrica e inmanente”.

Antropocéntrica:
Es cuando el hombre y su sola razón se convierten en el centro de la vida del hombre y del universo. Al ser racionalista y crítica, esta cosmovisión, produce un individualismo y una fragmentación del orden cultural, la política se separa de la moral y la economía se separa a su vez de la política y la moral, apareciendo el afán de riqueza indefinida, propia del burgués.

Inmanente:
Significa la absolutización del valor de lo terrenal. El hombre no deja de creer en Dios, pero separa de su vida la fe en Cristo, los valores y las virtudes trascendentes.

LOS PILARES DE LA MODERNIDAD  (en su primera etapa) Los pilares fundamentales de la modernidad son: el humanismo, el renacimiento, el protestantismo y los estados modernos y la aparición del burgués.

El Renacimiento:

Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. Italia fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este movimiento.
El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El nombre «renacimiento» se utilizó porque este movimiento retomaba ciertos elementos de la cultura clásica. El término se aplicó originariamente como una vuelta a los valores de la cultura grecolatina

El Humanismo:

El humanismo es un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV en la península Itálica (especialmente en Florencia, Roma y Venecia) en personalidades como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Busca la Antigüedad Clásica y retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro y mantiene su hegemonía en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI

Ideales:
·         Proclama el ideal del hombre universal, en contraposición al hombre virtuoso de la Cristiandad. Indica una revolución donde la política se separa de la moral, la economía se separa de la política.  

·         Es el ideal del hombre burgués y de la cultura laica

·         El antropocentrismo o consideración de que el hombre es importante, su inteligencia el valor superior, al servicio de la fe que le une con el Creador.

·         Se restaura la fe en el hombre contemporáneo porque posee valores importantes capaces de superar a los de la Antigüedad Clásica.

·         La razón humana adquiere valor supremo.

·         En las artes se valora la actividad intelectual y analítica de conocimiento.

·         Se ve como legítimo el deseo de fama, gloria, prestigio y poder (El príncipe, de Maquiavelo), valores paganos que mejoran al hombre. Se razona el daño del pecado que reducen al hombre al compararlo con Dios y degradan su libertad y sus valores según la moral cristiana y la escolástica.

·         El comercio no es pecado y el Calvinismo aprecia el éxito económico como señal de que Dios ha bendecido en la tierra a quien trabaja.

·         El Pacifismo o irenismo: el odio por todo tipo de guerra.

El protestantismo:

El término protestante es utilizado para referirse tanto a los grupos que se separaron de la Iglesia católica romana con la Reforma Protestante del siglo XVI, como a los desarrollos teológicos particulares de los reformadores y las iglesias resultantes.

Ideas: relega a Dios a lo irracional y seculariza aun más la cultura al cambiar el concepto de la gracia y de la eucaristía con un simple símbolo que “cubre” pero no salva ni regenera la naturaleza humana.